François Dufrêne. Tambours du jugement premier

Una relectura del Gran Circo Indómito

Sábado 12 y domingo 13 de septiembre, 2020 – 19:00 h
Lugar
Edificio Sabatini, Auditorio 
Duración

72'

Organizan:

Museo Reina Sofía y Círculo de Bellas Artes

Con el apoyo de:

Instituto Cultural de México en España e Institut français d’Espagne

Programa:

Guy Debord y René Viénet, del letrismo al situacionismo. El cine ha muerto: si les parece, pasemos al debate

Línea-fuerza:

Vanguardias

Ficha técnica:

François Dufrêne. Tambours du jugement premier. Una relectura del Gran Circo Indómito:

Obra sonora multicanal con interpretación de fragmentos en directo, 1952-2020, 65'.

Berlín, febrero-septiembre de 2020. Estudio, interpretación, grabación y montaje sonoro de la obra: Eduard Mont de Palol, Sonia Noya, Juan Rodrigáñez, Lola Rubio.

Madrid, septiembre de 2020. Interpretación en directo: Pablo Herranz, Rafael Lamata, Juan Rodrigáñez, Nicolas Tsabertidis.

Gran Circo indómito. Tambours du jugement premier. Una relectura. Fotografía, 2020
Gran Circo indómito. Tambours du jugement premier. Una relectura. Fotografía, 2020

François Dufrêne propone en Tambours du jugement premier [Los tambores del juicio primero], de 1952, un caso inédito de lo que él mismo denominaba “cine imaginado”. Una película sin imagen ni banda sonora en la que cuatro performers interpretan un guion imprevisible y descontrolado. ¿Cómo volver a mostrar este filme sin película otorgándole una relectura contemporánea?

Esta sesión sin proyecciones se inserta dentro del ciclo Guy Debord y René Viénet, del letrismo al situacionismo. El cine ha muerto: si les parece, pasemos al debate. Los letristas van a ser pioneros en desarmar el dispositivo cinematográfico; esto es, en pensar de otro modo la experiencia del cine. Con ello, no solo se adelantan a las instalaciones fílmicas y al cine expandido, sino que reconectan con los propios orígenes del medio, cuando el cine aún no estaba codificado en su forma dominante. Tras los antecedentes de Tratado de baba y eternidad (Isidore Isou, 1951) y El Anticoncepto (Gil J. Wolman, 1951), Dufrêne propone una película que existe sin ninguno de sus elementos habituales y que requiere del público y de la sala de cine para cobrar sentido. Conocida a través de sus guiones y de una grabación sonora de 1973, que en la actualidad pertenece a la Colección del Museo, es uno de los gestos más radicales del cine diluido en acción artística.  

Con el fin de releer la obra en clave contemporánea, el Gran Circo Indómito, un laboratorio escénico experimental con miembros de formación interdisciplinar, a caballo entre la poesía, el cine, el teatro y la performance, presenta su puesta en escena del guion de François Dufrêne.   

Los tambores del juicio primero como partitura

Una película sin película ni pantalla moro oro ropa y urge sin deu re mal, con un tablero de ajedrez con forma de trébol, unas piernas de mujer que se cruzan y se abren, Guadalupe, un juego de la oca, legumbres y un ojo que parpadea lentamente a la derecha, creada con el corazón, a coces y sin razón por François Dufrêne, presentada al margen del festival de Cannes en 1952 y producida en 2020 por el Gran Circo Indómito con la irrealización del gato Emenoveessach, Eduard Mont de Palol, Sonia Noya y Lola Rubio después de un susto, con la inspiración de Isidore Isou, Karl Jaspers, Antonin Artaud en el rol de Marat, Raymond Queneau, Jean Cocteau y el alemán romántico poeta Novalis, que por otro lado no están nada más y nada menos que hartos, tratan con desdén a los delegados que asistieron a la erupción del Vesubio y llaman a la revuelta como el que hace manchas por el solo placer de eliminarlas, con una parte muy aguda y prolongada, otra gutural, tensa y muy lenta, otra silbante, otra con dureza, fría, con alegría, deprisa, dolorosa y quejumbrosa, pesada, rápida, viva y lenta, larga, de cabeza y un allegro tipo swing, moderato, crescendo, acelerando, decrescendo, ralenteando, con elocuencia, un gargarísmo prolongado muy fuerte, con un tono narrativo y pueril que no tiene miedo a ser irritable aunque se trate tan solo de un pretexto y de hablar por hablar hasta llegar al número de palabras de este texto que son trescientas (bis): ¡VLOUTE ETSSIVLOUTT ETSVLOUTT WHISSELVLI MATTANN MANEMOTSE ETSDANN KTOREPRIMF VLOUTE ETSSIVLOUT ETSVLOUT WHISSEL VLITZ MATS HAP SSALT HITZ! ¡ITSSEYOPSS! ODOH ONODOH KSOHODOEH, KSOHODOEH, KSOHODOH, KSOGAM KSOHODOEH, KSOHODOEH, KSOHODOE, KSOGUIM KSOGUIMM OEKSOGAMM KSOGAMOEKSOGUIM KSOGEM OEKSOGEM KSOGEMIHIGUIM (bis) HULOUMPE TULSPE LABOURRKH TOSS OVOURPE TOD WOSTRE TUVETEUL YTOD FERUIDLUIMP.

 

Gran Circo Indómito