Sarah Davachi
Para el descanso
Laboratorio de Informática y Electrónica Musical-LIEM, Centro de Tecnología del Espectáculo-CTE, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música-INAEM
Jordan Reyes, “On Gave in Rest, Sarah Davachi Explores Cathedral Music Through An Atheistic Lens”, en Bandcamp Daily, 14 de septiembre de 2018
Stewart Smith, “Sarah Davachi: The Canadian synthesist needs a little space”, en The Wire, núm. 408, febrero de 2018
Cris Cole, entrevista a Sarah Davachi, en Personal Best Fanzine for Noise, Music and Arctic Cod, núm. 7, agosto de 2017
David Hendy, "Colonist", Noise, BBC, 2015 (sobre campanas y órganos en Norteamérica)
Sarah Davachi presenta en el Museo Reina Sofía un concierto para sintetizador que incluye aproximaciones de su nuevo trabajo, Gave in Rest, una invitación al descanso. Grabado en el verano de 2017 en Vancouver, se centra fundamentalmente en la exploración del timbre y el espacio.
La cualidad del timbre permite distinguir un sonido por la fuente que lo emite: un piano, un coche o una gota de agua. Su enorme variedad puede ser profusamente investigada en los sonidos que crean los sintetizadores analógicos o digitales. Sin embargo, Davachi desarrolla su música indistintamente con instrumentos analógicos como el sintetizador modular, con programas digitales para la grabación y edición, y también con instrumentos acústicos como el órgano. De hecho, cuando comenzó a interesarse por la música, trabajó con varios instrumentos de teclado a la vez, y en su último disco ha utilizado un laúd, un Mellotron, órganos, piano, sintetizador y voz, además de intérpretes de contrabajo y violín.
Su fascinación por la exploración tímbrica la ha llevado a interesarse por grandes compositores de la tradición norteamericana y europea que han indagado en las cualidades espaciales del sonido, como Alvin Curran, La Monte Young, Èliane Radigue o Alvin Lucier. Además, ha colaborado con Donald Buchla, Morton Subotnick, Aki Onda, Oren Ambarchi o Ellen Arkbro, entre otros.
A raíz de estas colaboraciones, es de suponer que su estudio del timbre es de un carácter abstracto, interesado por la manera en que la vibración resuena con, o más bien en, quien escucha. Este concentrarse en los aspectos aparentemente fenomenológicos del sonido recuerda a la capacidad introspectiva, casi intrínseca y necesaria, de la escucha contemplativa. Su disco Gave in Rest propone compartir una meditación solitaria, una manera de percibir el espacio en su dimensión histórica. No por casualidad, Davachi concibió su obra en momentos en los que se refugiaba en iglesias europeas para escuchar órganos y campanas; si bien es cierto que, en el contexto actual, es difícil asociar el timbre de estos dos instrumentos monumentales con la calma y el descanso. Las campanas y los órganos, en su viaje hasta el norte del continente americano, hace más de 350 años, protagonizaron una lucha contra los demoníacos ruidos del bosque. Hoy, sin embargo, tanto han cambiado los lugares que rodean los santuarios a ambos lados del océano, que bosques y templos, como dos destinos poco asequibles, son codiciados por su aislamiento, por su cercanía a la naturaleza y a lo espiritual.
El concierto de Sarah Davachi se propone como una solicitud de asilo, una estrategia para combatir el desasosiego de la soledad que impone el ritmo de producción, sobreexposición y sobreinformación que, poco a poco, se va se va adueñando de la sociedad actual.