El golpe de Estado de 1936 y la posterior Guerra Civil quebraron una realidad cuyos pedazos se diseminaron en complejos [in]exilios, desapariciones, silencios… narrativas entrecortadas e inconclusas, memorias fértiles, multifocales y extendidas que palpitan en nuestro presente, lo interrogan y logran dislocar la mirada unívoca y hegemónica.