Entre agosto y septiembre de 2015, Pablo Sanz realizó un trabajo de campo en las reservas Amanã y Mamirauá, en la Amazonia central brasileña. En distintas zonas de selva, tanto inundadas como en tierra firme, realizó varios cientos de horas de grabaciones ambientales que recogieron el sonido que produce la actividad diaria de diversas especies animales y vegetales, el suelo, el agua y el tiempo atmosférico. Esas grabaciones son el material con el que se compone entangled, un proyecto que se despliega en una serie de instalaciones y conciertos ambisónicos multicanal adaptados al lugar donde se presenta.