Existen cuerpos de hombres y existen masculinidades estalladas en roles, actitudes, identidades y perfiles que recorren cuerpos y prácticas sexuales múltiples. Pero también existen fronteras que marcan identidades, cuerpos hiperidentificados con “lo masculino” y tradiciones sociales y culturales donde todo ello actúa en muchas ocasiones como un compartimento estanco, al menos en apariencia.