Evviva il coltello! (Es Lebe das Messer!) (¡Viva el cuchillo!)

El título de la pieza hace referencia a las palabras de admiración que el público gritaba en la ópera tras escuchar el aria de un castrato –cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda–, espectáculo del gusto de las cortes europeas durante el período colonial, entre los siglos XVI y XVIII. El traje expuesto, fabricado ricamente con un tejido y tonalidad que recuerda tanto a las altas instancias religiosas como a las reivindicaciones queer actuales, serviría para enmascarar el rostro del cantante, pero dejaría a la vista la zona genital mutilada. La indumentaria fue concebida para ser activada en una performance en el Museo, que incluiría la presencia de un contratenor que entonase frases extraídas del Confesionario para los curas de indios. Con la instrucción contra sus ritos, y exhortación para ayudar a bien morir, un texto publicado en Lima en 1585, destinado a dar instrucciones para la evangelización de América. Varios fragmentos se han impreso en folletos desplegables en cuatro idiomas (español-aymara, inglés-alemán) que el público puede llevarse. Ines Doujak, artista austriaca que investiga, escribe y enseña en las áreas de la cultura visual y la estética con una aproximación queer, feminista, antirracista y anticolonial, hace referencia en esta obra al uso de la música culta como instrumento «civilizatorio» para asociarlo a la sumisión de los pueblos indígenas.

Lola Hinojosa Martínez