Harlequin with Mandoline in Oval (Arlequín con mandolina en un óvalo)

Jacques Lipchitz

Druskieniki, Lituania, 1891 - Capri, Italia, 1973

A finales de 1922, Jacques Lipchitz conoció al coleccionista norteamericano Albert C. Barnes, quien le encargó la realización de una serie de cinco relieves en piedra para encastrar en los muros exteriores de su casa en Marion, Pensilvania. Lipchitz trabajó en 1923 en la serie de altorrelieves y bocetos en barro para este conjunto, en el que se incluye Harlequin with Mandoline in Oval (Arlequín con mandolina en un óvalo), un modelo original en yeso que figuró en la exposición organizada por Jeanne Bucher en París en 1930. El encargo permitió al escultor retomar un tipo de composiciones sobre instrumentos musicales, propias de las primeras investigaciones de la escultura cubista, que Lipchitz había desarrollado durante su período de plena inmersión en este movimiento, entre 1918 y 1919. En esta obra, la composición se adapta a un formato monumental y elabora, en contradicción con la eliminación cubista de las convenciones artísticas, una visión perspectiva asociada a su proyectada localización en un punto elevado del muro. Lipchitz combinó la figura humana y el instrumento musical tratando a ambos como objetos, potenció los contrastes de luces y sombras propios del bajorrelieve, e integró las formas curvas en una composición equilibrada regida por leyes de proporción numérica y fría, evidencia del estilo académico y sereno que representa el asentamiento del lenguaje cubista. En la composición, la forma oval remite a uno de los formatos de preferencia del cubismo analítico y sintético, un marco que anula la imposición de los ángulos de un cuadro, mientras los elementos temáticos –la mandolina y el arlequín– remiten a la limitada iconografía cubista, al servicio de la indagación sobre el espacio pictórico y escultórico.

Carmen Fernández Aparicio

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