Retratos
- Fecha:1992
- Materia:Cerámica vidriada
- Técnica:Moldeado por colado
- Técnica descriptiva:Instalación de 17 jarras con los retratos de artistas y críticos principalmente ligados al proyecto «Plus Ultra» de la Expo 92
- Dimensiones:Obra completa: dimensiones variables / Por pieza: 22 x 22 x 18 cm
- Categoría: Instalación
- Año de ingreso:2021
- Nº de registro:AD09119
- Expuesto en:
Curro González es un artista sevillano que se dio a conocer en los años ochenta en el entorno de la revista Figura y en galerías como La máquina española y Juana de Aizpuru. Pintor figurativo, se interesa en la caricatura porque considera que «funciona como un antídoto contra el dogmatismo».
González participó en la exposición El artista y la ciudad, comisariada por Mar Villaespesa como parte del proyecto de arte Plus Ultra. La obra Retratos fue expuesta en bares y escaparates del centro de Sevilla y del barrio del Arenal frecuentados habitualmente por el artista y los propios retratados, sus amigos y colegas. «Las jarras» —escribió Villaespesa— «se asoman con sus rasgos grotescos a las vitrinas de los bares y desde el borde de los anaqueles sonríen preguntándonos por el límite entre el ámbito privado y el público». La instalación fue concebida, según su autor, como «un tributo a la amistad y a los afectos compartidos, así como a los debates llenos de complicidades y desacuerdos que terminaron por conformar nuestra identidad durante esos años».
Las jarras siguen la tipología del Toby Jug, un modelo de cerámica utilitaria y decorativa desarrollado por los ceramistas de Staffordshire del siglo XVIII, con figuras de cuerpo entero sentadas. También remiten a la serie de retratos caricaturescos en barro crudo de Honoré Daumier, Célébrités du Juste milieu (1832 -1835) y al Autorretrato en forma de jarra (1889) de Paul Gauguin, que explotaron los conceptos de lo grotesco y lo siniestro, respectivamente, dentro de la tradición artística. La obra de González se inscribe así en la poética de lo cotidiano, del bar como espacio social y de comunicación, propone una crítica expresa a la separación entre artes decorativas y artes mayores y aborda nuevas vías de comunicación para el «gran arte».
Carmen Fernández Aparicio