At Those Terrifying Frontiers Where the Existence and Disappearance of People Fade Into Each Other (En esas fronteras aterradoras donde la existencia y la desaparición de personas se disuelven entre sí)
Basel Abbas
Ruanne Abou-Rahme
- Fecha:2019
- Descripción del medio:Vídeo monocanal con dos canales de audio y subwoofer, color, sonido, 10’56’’
- Categoría: Vídeo
- Donación de Mercedes Vilardell, 2024
En esas fronteras aterradoras donde la existencia y la desaparición de las personas se disuelven entre sí
1 marzo – 24 junio 2024 / Edificio Sabatini, Planta 0, Sala de Protocolo 1
La práctica artística de Basel Abbas y Ruanne Abou-Rahme se caracteriza por una profunda reflexión sobre las narrativas históricas, tomando a menudo la situación política contemporánea en Palestina como punto de partida, y fusionando medios como el texto, el sonido, el cine, la instalación y la performance. Sus investigaciones giran en torno a historias poco representadas sobre la identidad, la violencia, el colonialismo y la memoria.
At Those Terrifying Frontiers Where the Existence and Disappearance of People Fade Into Each Other es un vídeo con una duración de 11 minutos en el que tres elementos visuales se superponen conformando capas de información: imágenes nocturnas del muro que recorre la Franja de Gaza, imágenes digitales de avatares, y un texto. El hilo conductor es el sonido, creado también por los artistas, y compuesto de ecos y samplers de voces.
Las imágenes del muro muestran el escenario de las manifestaciones de la Gran marcha del Retorno iniciadas el 30 de marzo de 2018 para exigir el derecho de retorno de millones de personas palestinas refugiadas y el fin del bloqueo de Israel. Los avatares, creados por un software a partir de las imágenes de los manifestantes que circulan en Internet, van apareciendo en la pantalla. Presentan en sus rostros cicatrices, fallas y rasgos incompletos, que son el resultado de cómo el software representa los datos y la información ausente de las imágenes de baja resolución. El guion, escrito a partir de fragmentos de la obra más personal y poética de Edward Said, After the Last Sky (1986), ofrece una reflexión sobre lo que significa ser una persona, un cuerpo o una entidad «ilegal», y se convierte en una canción interpretada por los artistas como una forma de ponerle cuerpo al texto.
La obra destaca la violencia implícita en la construcción de imágenes y la posición de aquellos considerados ilegales, desechables e invisibles, no solo en Palestina, sino en contextos políticos y sociales más amplios, en esas fronteras aterradoras donde la existencia y la desaparición de las personas se disuelven entre sí.