Vivre et laisser mourir ou la fin tragique de Marcel Duchamp (Vivir y dejar morir o el fin trágico de Marcel Duchamp)
Eduardo Arroyo
Gilles Aillaud
Antonio Recalcati
- Fecha:1965
- Técnica:Óleo sobre lienzo
- Dimensiones:Políptico: 163 x 992 cm (Políptico formado por ocho piezas: 162 x 114 cm y 163 x 130 cm cada una)
- Categoría: Pintura
- Año de ingreso:2013
- Nº de registro:AD06717
Eduardo Arroyo se exilia en París en 1958 y allí se convierte en uno de los más destacados miembros de la Figuration narrative europea, desarrollando una pintura que analiza y critica la realidad política española del último franquismo, la naturaleza del papel del artista y el sentido de los lenguajes de la vanguardia, convertidos ya en convenciones. La pintura realizada en 1965 junto a Gilles Aillaud y Antonio Recalcati, titulada Vivre et laisser mourir ou la fin tragique de Marcel Duchamp, se considera un verdadero manifiesto y declaración de las intenciones pictóricas de sus autores. En ella se reivindica la acción de la autoría colectiva, frente al individualismo de una abstracción convertida en tendencia dominante en la época. Asimismo, proyectan la intención de encarnar una alternativa figurativa mediante la cual expresan su rechazo a los paradigmas de la vanguardia histórica, convertidos ya en lenguajes canónicos. Es por lo que representan la muerte de Marcel Duchamp, cuyo entierro es llevado a cabo por artistas que se integran en nuevas tendencias como son: Rauschenberg, Oldenburg, Martial Raysse, Warhol, Restany y Arman. Esta “muerte” de Marcel Duchamp, considerado en ese momento el padre de la vanguardia moderna, produce un auténtico escándalo en la vida intelectual francesa, de tal forma que el grupo surrealista firma un manifiesto contra los tres autores de la pintura. Es por lo que esta obra significa un punto de inflexión en esta corriente, que plantea las nuevas condiciones de la representación de la imagen a partir del universo visual contemporáneo, del que forman parte el teatro, la poesía, la fotografía y el cine.