En la línea de múltiples actividades de resistencia en distintos lugares de América en torno al año 1992, La Conquista. 500 años fue una exposición colectiva organizada en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires a finales de 1991 como respuesta a la celebración del Quinto Centenario de la Conquista de América. En ella, Liliana Maresca presentó la instalación Ecuación - El Dorado, basada en el mito que relaciona las zonas auríferas y diamantíferas de las antiguas Indias Occidentales con esa ciudad perdida donde supuestamente se acumulaban riquezas extraordinarias.

La instalación, concebida como efímera, se reconstruye ahora en las salas del Museo siguiendo los planos originales. Esta consiste en una pirámide truncada de color rojo —un lingote que simboliza la sangre vertida durante la búsqueda de El Dorado— y una esfera y un cubo dorados —cuerpos geométricos perfectos e ideales, pero antagónicos, que remiten a la alquimia—. Estos elementos aparecen conectados por medio de una alfombra negra a un sillón que representa el poder colonial. Junto a ellos, un ordenador imprime los resultados de una ecuación planteada para calcular la relación entre los kilos de oro transportados a España y los litros de sangre indígena derramada en América durante la conquista y la colonización. Maresca genera así un contrarrelato frente a la actividad celebratoria y conmemorativa del año 92, logrando sintetizar dos elementos cruciales de la conquista: el extractivismo de los metales preciosos y la desposesión y el coste humano que genera.