Sala 417
Tras conocerse en 1955, Asger Jorn y Pinot Gallizio organizaron varios congresos, exposiciones y publicaciones cuyo trasfondo conceptual era la crítica al funcionalismo y la homogenización de la vida promovida por la arquitectura moderna. En el verano de 1956 se reunieron varios artistas en Alba, Italia, bajo el paraguas del Congreso Mundial de Artistas Libres donde, además de exponer sus puntos de vista, pintaron al aire libre con útiles artesanales y colaboraron en la autoría de las obras. El resultado fue expuesto en Turín con un mensaje: «Se garantiza que todas las telas son de algodón puro». La exposición, organizada en un local popular y desprovista de los condicionantes arquitectónicos del cubo blanco, se montó de manera completamente anárquica. La disposición de las piezas recordaba a un mercado callejero y, de hecho, las pinturas se llegaron a vender por metros, como sucede con la tela. El grupo había identificado el valor de «la exposición» como dispositivo económico y propagandístico de la Guerra Fría y, con su postura radical, la devolvían a la economía de consumo tradicional.
Por otra parte, Constant Nieuwenhuys en el proyecto Nueva Babilonia, se inspiraba en el modo de vida nómada de los gitanos, transformando el mundo en una red de estructuras portátiles. Se trataba de politizar la vida cotidiana y el arte, fusionando ambas esferas. En sala también podemos ver Femme Oiseau (1949) de Constant, depósito de la colección Fondation Gandur pour l’Art, un retrato de Nelly Riemens, la segunda esposa del artista. Con su fuerte carga alegórica, este ser híbrido, entre pájaro y mujer, nos remite a la frase de Constant, tan representativa del trabajo de estos artistas: «Es nuestro deseo el que hace la revolución».