Escolares y docentes

Tomando como punto de partida diferentes obras de la Colección del Museo, la actividad busca realizar con los participantes un trabajo de descubrimiento de las distintas maneras de construir biografías y de identificación de los diversos elementos que confluyen en todo relato biográfico o autobiográfico. Recuerdos, expectativas, lugares, espacios y personas serán, entre otros, elementos comunes entre las obras y las vivencias del alumnado, que ayudarán a vincular éstas con sus propias experiencias personales.

Desde la fina línea que en todo documento separa la parte que éste contiene de realidad y la que, en mayor o menor medida, es ficción, esta actividad busca analizar y cuestionar la objetividad que se le supone a los diferentes formatos documentales a través de la interpretación de varias obras de la Colección. Con ello se pretende hacer reflexionar a los participantes sobre cuestiones como la imposibilidad de reflejar objetivamente la realidad o la manipulación que subyace en muchos procesos documentales.

En el ámbito del arte, que históricamente ha invisibilizado a las artistas, estas han creado espacios de cuestionamiento pero también de afirmación de otros valores y experiencias imprescindibles para la sociedad en general. Mediante esta actividad se pretende dar a conocer a los alumnos el trabajo de esas mujeres que, superando las barreras impuestas por la primacía masculina en el campo artístico, han creado su propio lenguaje mostrándonos así el mundo desde su propia mirada.

Las nuevas tecnologías han favorecido que convirtamos en imágenes muchos de los acontecimientos que presenciamos, o incluso nuestras acciones diarias. Este proceso de documentación es especialmente intenso entre los jóvenes, quienes comparten su realidad y construyen su identidad en base a esta continua producción de imágenes. En relación con la tenue frontera entre ficción y realidad, este taller pone en entredicho la supuesta objetividad de diferentes formatos documentales, en especial aquellos presentados en la Colección.

Esta actividad se propone explorar los terrenos compartidos y las influencias mutuas entre el documento y la ficción, focalizándose especialmente en el hecho de que los registros documentales pueden ser, a pesar de su vinculación con lo real, puntos de partida para generar ficciones alejadas por completo de la realidad. La actividad incide en estas cuestiones y pretende asimismo que los jóvenes analicen sus propias acciones de documentación, así como los factores que las caracterizan y las determinan.

La destrucción urbanística que supuso la Segunda Guerra Mundial condujo al artista Constant a centrar su trabajo en un proyecto de creación de una ciudad utópica, Nueva Babilonia, en la que los ciudadanos podrían desarrollar una vida dedicada a tareas reflexivas y lúdicas. Invitamos a los alumnos de ESO y Bachillerato a pensar sobre los modelos urbanísticos que habitamos y la manera en que condicionan nuestras vidas, para después proponer nuevas y creativas soluciones de convivencia social.

La exposición del artista visual Daniel G. Andújar (20 enero - 4 mayo, 2015) sirve de estímulo para compartir las investigaciones de este autor con alumnado de 4º de ESO y Bachillerato. La actividad Tras la interfaz se propone, a través de una visita-taller, analizar críticamente con el alumnado algunos de los contenidos y estrategias presentes en el entorno digital, utilizando las instalaciones y proyectos de Daniel G. Andújar como punto de partida. Con el objetivo de profundizar en las reflexiones propiciadas por este autor de forma más próxima, invitamos a los Centros que lo deseen a participar en un Encuentro con el propio artista organizado en el Museo a final de curso.

Los programas para Secundaria atienden a la formación integral de los alumnos en cuanto ciudadanos con capacidad crítica, responsables de sus propias elecciones y posicionamientos. Por ese motivo, la Colección del Museo Reina Sofía y las distintas manifestaciones y prácticas artísticas, en su más amplio sentido, se conciben como plataformas a partir de las cuales generar situaciones propicias para el cuestionamiento y el debate, tendiendo no tanto a proporcionar respuestas como a plantear preguntas.

¿Quién vigila al vigilante? Es una pregunta que suele ser formulada en relación a la necesidad de cuestionar la labor de aquellos que ostentan los poderes públicos. También recurren a ella quienes desean alertarnos sobre la proliferación en nuestra sociedad de múltiples mecanismos de vigilancia, tanto mutua como institucional, que podrían estar dejando cada vez menos margen de libertad y privacidad al ciudadano. El propio museo se ha convertido en un espacio en el que entra en juego una serie de mecanismos de control que condicionan la relación del visitante con el edificio, las obras, y el resto de los visitantes.