Actividades de educación

Selina Blasco y Lila Insúa conversan con Francesco Careri para explorar dinámicas de aprendizaje en el dentro/fuera de la institución universitaria: ¿qué posibilidades se abren cuando se sale del aula al espacio exterior?, ¿qué espacio exterior interesa explorar?, ¿con qué herramientas?, ¿qué implica desde el cuerpo?, ¿qué tiempos se ponen en juego?, ¿cómo se conjuga con lo que ocurre en el aula?, ¿cómo se construye la narración de la experiencia?

Destinada a usuarios de Centros Ocupacionales, Actuar en la sombra trabaja a partir de la conversión de los participantes en actores y generadores del proceso creativo. A través de la expresión corporal, mediante dinámicas gestuales, improvisación, humor o mímica, los participantes, desde sus diversas capacidades individuales y el trabajo en grupo, generan nuevos discursos y experiencias cognitivas y visuales tanto en el recorrido por las salas como en el posterior teatro de sombras.

En su texto para el proyecto Ni arte ni educación, Luis Camnitzer denuncia la separación disciplinaria de ambos conceptos y nos invita a la tarea épica de “recargar y unificar (estas) palabras ya conocidas y por ahora muertas por el mal uso”. Frente a la visión del arte en nuestra cultura como medio de producción (El museo es una fábrica), el arte sería una “meta-disciplina que permite subvertir los órdenes establecidos y nos permite transitar continuamente del área del conocimiento al área del desconocimiento”. Es en “ese identificar los misterios de lo desconocido, desmitificarlos y superarlos para entonces enfrentar los nuevos misterios”, donde se produce la verdadera educación, según Camnitzer.

480+20 es un grupo heterogéneo formado por artistas, estudiantes (presentes, pasados y futuros), profesoras, ciudadanas… que empleará un tiempo largo para pensar juntas sobre el aprendizaje de las artistas en la universidad. En “La enseñanza del arte como fraude”, Luis Camnitzer cuenta que entre los 5000 estudiantes que tuvo cuando daba clase en universidades estadounidenses, de los 500 que “tenían la esperanza de lograr éxito a través de muestras en el circuito de galerías”, solo unos 20 lo lograron. Los 480 restantes “terminaron con la esperanza de vivir de la enseñanza”. Para sobreponernos al desencanto de sus reflexiones, querríamos indagar otras aritméticas. Somos 480 y queremos ser más. Somos 20 pero aspiramos a ser 500. Estamos masificadas y de ahí nace nuestra fuerza. Sin idealizar, hay que trabajar en la idea de estar juntas. No hay rivalidad, porque tampoco está claro si hay pastel para repartir o nos convendrá más cocinarlo entre todas.

El itinerario Cuerpo forma parte de un programa de visitas comentadas que hacen un recorrido transversal por varias partes de la Colección, en este caso centrada en la segunda mitad del siglo XX.

La presencia de un Intérprete en Lengua de Signos Española (ILSE) y el préstamo de lazos de inducción magnética garantizan la plena accesibilidad de la comunidad sorda.

Si fuera un movimiento… es un viaje multisensorial, en el que una bailarina y un músico dialogan con las obras en y desde los espacios del Museo. La metodología de la actividad potencia la observación activa, la implicación emocional y el trabajo colectivo, mediante dinámicas participativas basadas en la percepción intrínseca de las obras, los sonidos y movimientos que inspiran, y los lugares físicos que ocupan en las salas del Museo.

Esta propuesta, basada en un recorrido por obras de la Colección 2 y un taller de teatro de sombras, busca hacer de lo teatral un modo de vincular a los participantes con la experiencia artística mediante la experimentación corporal de las obras. El gesto, la composición escenográfica o el potencial expresivo de la luz permitirán a los participantes generar experiencias significativas a partir de las piezas y explorar, además, la relación entre teatro, arte y vida.

Salto al vacío conjuga dinámicas circenses con procesos interactivos de exploración y contemplación participativa entre los educadores-artistas, los participantes y las obras de la Colección. De este modo, los alumnos de Centros de Educación Especial y los usuarios, jóvenes y adultos, de Centros Ocupacionales son invitados a acercarse al arte a través de formas inclusivas de comunicación basadas en la expresión corporal.

El juego, como una de las primeras vías de experimentación y descubrimiento del mundo, tiene un gran potencial a la hora de plantear una aproximación temprana del alumnado de Educación Infantil al arte contemporáneo. Es por ello por lo que se usa como vehículo en esta actividad, que lleva a los participantes a través de un recorrido por obras de autores de la Colección del Museo, en el que el propio hecho de jugar es la clave para una estimulante experiencia de apreciación artística.

Las problemáticas de lo educativo en el contexto de las instituciones culturales han preocupado a Camnitzer a lo largo de toda su trayectoria. Su posición como curador pedagógico en la Sexta Bienal de Mercosur en 2009 abrió un camino de experimentación sin precedentes en torno a la mediación artística y la educación en museos que fue enunciado en el texto “Educación para el arte. Arte para la educación”, en el que el artista defiende la verdadera posición de lo educativo como eje central de las instituciones artísticas: “Para nosotros la Bienal, a pesar de su nombre, no es una exposición que resucita cada dos años. Es, en cambio, una institución viva y continua que, dedicada a la educación del arte, funciona permanentemente”.

Siguiendo con el acercamiento al arte contemporáneo por medio de diversas formas de expresión, más allá de la tradicional transmisión oral de conocimientos, esta propuesta aporta una visión desde el lenguaje circense. Mediante dinámicas y recursos tomados de ese mundo (acrobacias, malabares, clown, comedia física), que se revelan como interesantes estrategias de aproximación a las obras, se indaga en las diversas posibilidades creativas abiertas por diferentes artistas presentes en la Colección del Museo.

Tomando como punto de partida diferentes obras de la Colección del Museo, la actividad busca realizar con los participantes un trabajo de descubrimiento de las distintas maneras de construir biografías y de identificación de los diversos elementos que confluyen en todo relato biográfico o autobiográfico. Recuerdos, expectativas, lugares, espacios y personas serán, entre otros, elementos comunes entre las obras y las vivencias del alumnado, que ayudarán a vincular éstas con sus propias experiencias personales.

Lo que hay en juego es una actividad para menores entre 4 y 6 años y personas adultas centrada en el juego como base para acercarse a obras de artistas que han incorporado lo lúdico en su proceso creativo.