Jacques Gelman (San Petersburgo, Imperio Ruso, 1909 - Cuernavaca, México, 1986), inicia su carrera profesional en la industria cinematográfica de París y en 1938 se traslada a México. Allí Gelman se casa en 1941 con Nathasa Zahalka (1912-1998), de origen checo y funda su propia productora: POSA (Publicidad Organizada S.A), con la que produce su primera película con Mario Moreno Cantinflas como protagonista. Dos años más tarde, un retrato de Natasha realizado por Diego Rivera inaugura la que es considerada una de las más importantes colecciones mexicanas de Arte del siglo XX: la Colección Jacques y Natasha Gelman.
Esta exposición se centra en las obras creadas por veintiséis artistas mexicanos, ya que la parte correspondiente a arte europeo fue donada al Museo de Arte Moderno de Nueva York. Así, en la muestra están presentes los más destacados nombres del panorama artístico mexicano, entre los que se encuentran los cuatro grandes muralistas: Diego Rivera, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros. Al tiempo, permite un recorrido por todos los estilos desarrollados entre 1915 (con piezas como Última hora de Diego Rivera) y el año 1997, donde se plantean las obras en papel de arroz de Paula Santiago y la instalación de Silvia Grüner: 500 kilos de posibilidades o impotencia.
La selección de estas setenta y cinco obras, entre pinturas, fotografías y esculturas, deja entrever la personalidad de los coleccionistas y su inclinación, en este caso, por las manifestaciones de un arte mexicano moderno, que conecta con las corrientes internacionales a la vez que mantiene las particularidades de la cultura popular.
Ante estas obras cabe apuntar varios estilos y contextos plásticos. La mitología popular y el mexicanismo se advierte en Frida Kahlo en La novia que se espanta de ver la vida abierta (1943), Cisco Jiménez con Olmeca Greñudo (1994), Gerardo Suter con la Serie Códices. Octecomatl (1991) y en los relieves en madera de Germán Venegas. Las conexiones con las vanguardias europeas son visibles en Rufino Tamayo con Cantinflas (1948), mientras que el lenguaje del realismo social y el hiperrealismo aparecen en obras de Juan Soriano o Elena Climent. La abstracción es patente en Carlos Mérida con Variación de un viejo tema, (1960), Gunther Gerzso en Retrato del Señor Jacques Gelman (1957) y Francisco Toledo con El petate de los Chapulines (1989). A ello se añaden obras contemporáneas realizadas bajo distintas premisas poéticas y conceptuales, como los trabajos de Silvia Grüner y Paula Santiago.
El recorrido también revela el papel de Natasha Gelman en la formación de la colección, que aparece retratada en cuatro ocasiones (por Diego Rivera y Frida Kahlo, en 1943; por Rufino Tamayo, en 1948; y por Rafael Cidoncha, en 1996). Además, el considerable número de obras de Rivera, como también de Kahlo, muestra la amistad que comparten artista y coleccionista. Por otra parte, permite seguir la trayectoria de Rivera, desde su pretendido cubismo, desarrollado durante su estancia en Paris y presente en Última hora (1915), hasta su lenguaje característico y propio del muralismo, basado en un realismo social lleno de referencias a la cultura mexicana, como se aprecia en Vendedora de alcatraces (1943).
Datos de la exposición
Fundación Pedro Barrié de la Maza (octubre - noviembre, 1999)
Exposiciones actuales
-
20 noviembre, 2024 - 31 marzo, 2025
Grada Kilomba
Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua?
-
6 noviembre, 2024 - 17 marzo, 2025
«En el aire conmovido...»
-
9 octubre, 2024 - 10 marzo, 2025
Esperpento
Arte popular y revolución estética
-
25 septiembre, 2024 - 10 marzo, 2025
Soledad Sevilla
Ritmos, tramas, variables
-
4 octubre, 2024 - 9 marzo, 2025
GENE
Topía y revolución: 1986-1988
Biblioteca y Centro de Documentación