Per Barclay

18 septiembre, 2003 - 16 febrero, 2004 /
Palacio de Cristal, Parque del Retiro, Madrid
Vista de sala de la exposición. Per Barclay, 2003
Vista de sala de la exposición. Per Barclay, 2003

En la obra de Per Barclay (Oslo, 1955) conviven conceptos de tensión y en algunos casos de dramatismo, que el artista trabaja bajo la influencia del también artista noruego Edvard Munch. Tras estudiar Historia del Arte en Bergen, en 1979 Barclay deja Noruega para encontrar nuevos referentes artísticos en Italia, donde el Arte Povera domina todavía la escena artística.

En Florencia estudia diseño y fotografía, para posteriormente trasladarse a la Academia de Bolonia en 1981 y dos años más tarde, a la de Roma. Barclay trabaja en esta época con la fotografía y experimenta con pequeñas instalaciones.

Tras pasar por Nápoles se muda a Turín, donde entra en contacto directo con los artistas del Arte Povera. A partir de este momento, el artista emplea el óleo y el agua como elementos pictóricos, y el acero y el cristal como materiales estructurales de sus piezas. En 1994 se traslada a París, donde vive y desarrolla sus proyectos.

A Barclay le gusta jugar con el tiempo y el espacio. Tanto sus fotos como sus esculturas e instalaciones, carecen de connotaciones que ayuden a reconocer el sitio o el momento. Para el artista el tiempo es irreal y el espacio atemporal. En muchas ocasiones, intenta transformar las experiencias fotográficas en imagen-objeto.

La presencia y ausencia humana es el tema dominante en la obra de este artista. Muchas de sus obras son una reflexión sobre la condición humana, tendente a la violencia, que no puede evitar competir con sus semejantes. En ellas intenta exorcizar el peligro, bien lo aísla en lugares asépticos, o lo descuartiza en sus elementos primarios.

La instalación que se muestra en el Palacio de Cristal es una pieza creada específicamente para este lugar. Barclay continúa la línea de trabajo basada en instalaciones de líquidos en habitaciones, o “lugares”, como el propio artista define a todas sus piezas.

Los materiales de construcción son los mismos del Palacio: hierro y cristal. El artista añade a estos elementos un líquido de color rojo, que fluye a través de unos contenedores y gotea desde lo alto, para caer y explosionar dentro de unas jaulas. Desde ahí, a través de un circuito se llena lentamente la superficie de las mesas, para subir y comenzar de nuevo. La mezcla de estos materiales con el líquido rojo combina lo tecnológico con lo orgánico.

Las gotas rojas constituyen el sonido de la exposición, un tintineo suave que llega a ser casi violento, hasta hacerse de nuevo el silencio en el momento en que la superficie de las mesas se convierte en un gran monocromo rojo. Con esta obra Barclay se refiere al empeño moral del artista, hipnotiza al espectador y lo encierra en un gran corazón que late, donde la calma se entremezcla temporalmente con la angustia.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Giulietta Speranza
Artistas: