Equipo Crónica 1965-1981

13 septiembre - 30 octubre, 1989 /
Edificio Sabatini, Planta 0
Equipo Crónica, Pintar es como golpear, 1972. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Equipo Crónica, Pintar es como golpear, 1972. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Los planteamientos estéticos del Equipo Crónica (1964-1981) evocan la atmósfera visual de una época. El grupo surge como una de las propuestas más coherentes del movimiento figurativo que, a principios de los sesenta, intenta dejar atrás la pintura informalista española.

Equipo Crónica lo forman en los inicios Rafael Solbes (Valencia, 1940-1981), Manuel Valdés (Valencia, 1942) y Juan Antonio Toledo (Valencia, 1940-1995). En 1965, poco después de su primera exposición, Toledo se separa del colectivo, aunque comparte muchos de los postulados. El trabajo de Solbes y Valdés se inscribe en el debate global sobre la figuración que se produce a finales de los años cincuenta, desde el Arte Pop hasta el Realismo crítico.

El Equipo Crónica explora una nueva dirección en sus obras iniciales, definida coetáneamente como “la afirmación de una vía objetivadora, e incluso satírica, para proponer contenidos éticos”. Para ello, utilizan imágenes de los medios de comunicación y un lenguaje plástico radicalmente renovado. La serie es el recurso fundamental, el punto de vista del artista pasa a un segundo plano y surge la ironía ante las imágenes.

Esta exposición en el Centro de Arte Reina Sofía se estructura a partir de un texto publicado por el Equipo Crónica. La excepción es el conjunto titulado por el comisario, Tomás Llorens, como “Lo público y lo privado”. La muestra presenta sesenta y tres cuadros en dieciséis series. La escultura, los dibujos y obra gráfica se excluyen casi por completo, ya que el Museo de Bellas Artes de Bilbao presenta en 1988 una amplia exposición de estos trabajos.

La primera serie corresponde al Periodo Inicial (1964-1966), destacan las tintas planas y las tonalidades reducidas sobre la madera como soporte y supone el comienzo del uso de la iconografía de los medios de comunicación. A continuación, La recuperación (1967-1969), se centra en imágenes de la alta cultura de la pintura española del Siglo de Oro. En la serie Guernica 69 (1969) la referencia es la emblemática obra de Pablo Picasso, al igual que en Autopsia de un oficio (1969-1970) donde se toman prestadas imágenes del Surrealismo. El oficio de pintor es la temática, con tintas planas y la pintura clásica como telón de fondo.

Los grandes formatos aparecen en Policía y cultura (1971), con escenas donde es constante la presencia de la policía junto a imágenes emblemáticas del arte contemporáneo. La Serie Negra (1972) se expone a continuación, cargada de violencia y acción y repleta de objetos cotidianos típicos de la posguerra. En esta serie predominan el negro y el gris, igual que en Retratos, bodegones y paisajes (1973), que recupera el tema del Siglo de Oro y las vanguardias históricas. El cartel (1973) utiliza los grandes formatos y señala la crisis de la separación entre cartel y pintura, entre panfleto y arte.

En Oficios y oficiantes (1973-1974) se continúa la reflexión sobre la actividad artística mediante la repetición de imágenes y composiciones de apariencia “no realista”. El realismo crítico llega con La subversión de los signos (1974), donde aparecen pintores históricos en cada uno de los cuadros. El paredón (1975-1976) es una serie provocada por los fusilamientos del 27 de septiembre de 1975. A ella le sigue La trama (1976-1977) para la que se utilizan signos de una obra conocida, pero pintados con el método de otro pintor célebre.

El billar se plantea como metáfora para cuestionar los límites de la pintura en La partida de billar (1976-1977), donde la pintura acrílica, las tintas planas, las sombras y los colores brillantes determinan el estilo. La vuelta al óleo se produce en Paisajes Urbanos (1978-1979), una serie con enfoque sociológico, vinculada a la ciudad y sus habitantes. Grandes formatos en óleo y signos y referencias a las vanguardias históricas forman la serie Los viajes (1980).

Para cerrar la exposición, destaca la serie Lo público y privado (1981) donde el autorretrato del artista Rembrandt van Rijn y la interpretación de la obra La balsa de la medusa (1818) de Théodore Géricault adquieren connotaciones de reivindicación política.

Datos de la exposición

Organización: 
Centro Nacional de Exposiciones
Comisariado: 
Tomás Llorens
Itinerario: 

IVAM Centre Julio González, Valencia (febrero - abril, 1989); Centre de Cultura Contemporània de la Casa de la Caritat, Barcelona (mayo - julio, 1989)