Frank Stella

26 septiembre, 1995 - 9 enero, 1996 /
Edificio Sabatini, Planta 1
Vista de sala de la exposición. Frank Stella, 1995
Vista de sala de la exposición. Frank Stella, 1995

Frank Stella (Malden, Massachusetts, 1936) irrumpe en el panorama artístico neoyorquino coincidiendo con el reconocimiento de la segunda generación del Expresionismo Abstracto. En sus primeros trabajos, artistas como Barnet Newman, Jasper Johns, Jackson Pollock y Ad Reinhardt constituyen la base pictórica de la trayectoria de Stella que en menos de dos años alcanza la subversión de esa herencia. Para él, “la abstracción ha de crear una ilusión habitable, a la que el espectador pueda entrar y tenga ganas de participar en la actividad del cuadro”.

Las cuarenta y cinco obras, realizadas entre 1958 y 1994, que conforman esta exposición retrospectiva prueban la consecución de ese principio artístico. Su serie Black Painting (1959) -sustentada en una paleta oscura y en el uso de la línea como elemento estructural repetitivo, que deriva luego en la franja de color- constituye el punto de inflexión tanto en su incipiente carrera como en la historia de la pintura de los años sesenta, pues cuadros como Delta (1958) y Bethlehem´s Hospital (1959) se consideran los primeros ejemplos de la pintura Minimal. El montaje de la exposición ilustra el viraje de Stella que, desde el Minimalismo al maximalimo, concluye con su serie Moby Dick (1984-1994) en cierto barroquismo monumental.

La ordenación de su trabajo en series aporta claridad al entendimiento de una obra que, sin abandonar el papel del color como principio en la investigación sobre las formas y las estructuras y por su valor de decoración, incorpora gradualmente nuevos elementos, materiales y técnicas (madera, metal, grabado, collage). Stella quiere situarse en un espacio intermedio irreal entre la superficie plana y el cuerpo tridimensional. Así, a partir de los años setenta, sus cuadros -a la vez relieves y ensamblajes de crecimiento espacial- provocan sensaciones contradictorias de espacio y quiebran la uniformidad de la superficie pictórica, como se evidencia en las series Brazlian, Exotic Bird o Indian Bird. El propio artista, como recuerda el historiador del arte Hubertus Gaßner, “llama explícitamente la atención sobre el aspecto y el proceso de bricolage de sus trabajos”, llegando a calificar algunos de los elementos que los integran de residuos.

Los soportes, a partir de las series Aluminium Paintings, Notched V Paintings y especialmente Protractor; son sometidos a una investigación formal que cuestiona la capacidad plástica del lienzo cuadrado de perímetro continuo. Stella introduce, junto al ángulo recto y la diagonal, arcos de círculo y segmentos de círculo. Un paso más allá, la serie Polish Village ilustra cómo los contrastes de colores asumen una doble función: unificadora y separadora de los relieves al mismo tiempo. La formulación y empleo de esta gramática pictórica evidencia su voluntad de despojar al cuadro de su valor simbólico (lo cual afecta también a la función del espectador como intérprete de su contenido) para alcanzar el principio del cuadro como objeto, a la vez que revitaliza la abstracción plana que considera agotada ya en el Cubismo.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Haus der Kunst, Munich
Comisariado: 
Judith Goldman
Itinerario: 

Haus der Kunst, Munich (10 febrero - 21 abril, 1996)