Ixone Sádaba

10 octubre - 4 diciembre, 2006 /
Edificio Sabatini, Espacio Uno
Vista de sala de la exposición Ixone Sádaba, 2006
Vista de sala de la exposición Ixone Sádaba, 2006

La obra de Ixone Sádaba (Bilbao, 1977) inicia el nuevo programa expositivo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, titulado “Producciones”. Este programa se concibe para desarrollar proyectos específicos producidos por el Museo y realizados por artistas cuya trayectoria está comenzando a consolidarse, con el objetivo de estimular y potenciar la actividad creativa actual. 

Sádaba pertenece a una nueva generación de artistas definida por la imagen técnica. Son creadores de un nuevo orden visual construido digitalmente, en el que las imágenes se alejan de los referentes reales. La artista propone un mundo escenificado, de carácter virtual, que origina y expande un sistema inédito de posibilidades narrativas. En su trabajo aparecen la performance, la instalación y la fotografía como medios con los que explorar plásticamente un universo introspectivo.

La serie de fotografías, Citerón (2002-2003) llamó la atención de la crítica en sus primeras exposiciones. Sádaba manipula digitalmente la escenificación, que se produce en lugares emblemáticos, y crea desconcierto en el espectador al situarle frente a unas ficciones que recrean sus obsesiones personales, mediante la representación de los conflictos y tensiones íntimas para lo cual emplea su propio cuerpo. En la serie  Phlegmoné (2004), representa tres acciones diferentes, tres rituales donde asoman la violencia y la celebración báquica. La estructura narrativa se vuelve más compleja al introducir la secuencialidad y diferentes niveles de narración superpuestos, lo que permite una diversidad de lecturas intercambiables.

En este nuevo proyecto, Sádaba ha dado un paso adelante en su trayectoria, efectuando un importante trabajo de despojamiento y contención. Realizado en Nueva York, en los escenarios abandonados de las afueras, la narración literaria queda suspendida en pos de un instante de gran elocuencia visual, aunque en El bosque en llamas todavía queden ecos de narración simbólica, pero cada vez más lejos de la dramatización teatral, para aproximarse al lenguaje cinematográfico. Se trata de paisajes vacíos en medio de dos lugares que conectan con el estado anímico y creativo de la artista. La figura humana no protagoniza la imagen, está en un escenario que no le pertenece, asomando en los márgenes de la composición o cortada en los bordes de la secuencia. Las grandes panorámicas han sido fragmentadas en fotografías modulares creando un ritmo visual en contraste con el tiempo congelado. La idea de foto única y final se deshace, con lo que deja la foto abierta.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Artistas:
Ixone Sádaba