Lucio Muñoz en Silos

17 mayo - 6 agosto, 2006 /
Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos)
Vista de sala de la exposición. Lucio Muñoz en Silos, 2006
Vista de sala de la exposición. Lucio Muñoz en Silos, 2006

Lucio Muñoz (Madrid, 1929-1998) es uno de los máximos exponentes del Informalismo español de la segunda mitad del siglo XX. Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid continúa sus estudios en París, donde contacta con pintores informalistas como Jean Dubuffet, Jean Fautrier, Wols (Wolfgang Schulze) o Antoni Tàpies. A partir de entonces se adentra en la Abstracción, que no abandona en toda su trayectoria.

En 1958 empieza a trabajar con la madera, una de las señas de identidad de su pintura y desde entonces, es uno de los artistas españoles que participa en las más importantes muestras de arte contemporáneo de todo el mundo. En 1983 obtiene el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1993 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. En 1988 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía realiza una gran exposición antológica Lucio Muñoz sobre su obra y posteriormente el Museo organiza la exposición Lucio Muñoz. Obra sobre papel en 2001.

La pintura de Muñoz posee un gran componente de misterio y trascendencia. A pesar de que el artista alude en varias ocasiones a su agnosticismo, en sus trabajos existe cierta vibración espiritual. Del mismo modo, en algunos casos su obra −sin dejar la coherencia de su trayectoria−, se acerca de manera más explícita a la religión y en concreto a la iconografía del cristianismo, como en el gran mural de seiscientos veinte metros cuadrados para el ábside del Santuario de la Basílica de Aránzazu en Oñate (Guipúzcoa), o el tríptico de cinco metros Gólgota (1964) perteneciente a la Colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao, premiado el mismo año con la Medalla de Oro de la Bienal de Arte Sacro de Salzburgo.

La exposición que el Museo presenta en la Abadía de Santo Domingo de Silos consta de trece tablas de técnica mixta, realizadas por Muñoz entre 1994 y 1996. Son trabajos creados con madera desnuda, obras profundas en diálogo con la piedra del lugar donde se exponen. Las piezas parecen altares y se vinculan con algunos de los referentes iconográficos de ese momento, que Muñoz recopila en listas en sus cuadernos de notas. Entre ellos figuran los monolitos, obeliscos, estelas funerarias, altares de sacrificio, ritos, culturas mediterráneas y Mesopotamia. Estas obras pertenecen a la etapa final de un camino que emprende a mediados de los años cincuenta, donde renuncia a lo superfluo en busca de la simplicidad, luminosidad y desnudez. 

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Rodrigo Muñoz
Artistas: