Los usos de imágenes del Nueva York de comienzos de la desindustrialización y abandono de la ciudad en la década de los setenta, se yuxtaponen en esta exposición al contrapunto de trabajos más recientes de artistas que, plenamente al tanto de las prácticas de sus predecesores, continúan encontrando un potencial estético en este territorio. Manhattan uso mixto parte de un momento en que la ciudad funciona como taller de experimentación. Allí se entremezclan aspectos artísticos fundamentales, como el devenir de las artes preformativas o la relación entre obra y espacio expositivo, con otros de alto calado social, como la identidad sexual, los modos de socialización y los usos del espacio público.
Numerosas obras narran la conversión de viejos espacios industriales en lugares para la creación artística, la metamorfosis de barrios enteros olvidados y desérticos en bosques de signos que desvelan a cada paso su riqueza humana y creativa.
Un grupo de imágenes de Danny Lyon procedentes de su innovador libro The Destruction of Lower Manhattan, ofrece el prólogo a esta exposición. Junto con obras de Thomas Struth, Bernard Guillot, Catherine Opie y tantos otros, se crea un vaivén hacia adelante y atrás, a través de generaciones y lugares, que deviene en uno de los ejes centrales de la exposición.
Vacías de gente, las imágenes de Opie irradian un tono melancólico que roza lo fantasmagórico, dado lo populoso que se había vuelto el próspero entorno de Wall Street en los años del boom, los noventa. Opie capta sus vistas vacías al amanecer, en contraste con las imágenes legendarias que Lyon tomó en 1967-68, cuando vivía y trabajaba en la zona del "downtown", literalmente derruida.
La muestra se centra en importantes series fotográficas como las fotografías nocturnas de Peter Hujar, tomadas en 1976 en el West Side de Manhattan, las fotografías de los muelles del río Hudson, realizadas por Alvin Baltrop de
Entre las obras más recientes incluidas aquí se halla Static (2009), una proyección digital de Steve Mcqueen, junto a otras videoinstalaciones y películas, que dan prueba de la pervivencia de un legado recibido por artistas que siguen comprometidos con la ciudad, para mostrar cómo los espacios urbanos pueden llegar a ser realmente espacios públicos que deben enfrentarse a su instrumentalización tanto por el sector mercantil como por las instituciones culturales.