Miquel Navarro. Minerva Paranoica

27 octubre, 1989 - 11 enero, 1990 /
Palacio de Cristal, Parque del Retiro, Madrid
Vista de sala de la exposición. Miquel Navarro. Minerva Paranoica, 1989
Vista de sala de la exposición. Miquel Navarro. Minerva Paranoica, 1989

Miquel Navarro (Mislata, 1945) es uno de los destacados representantes de lo que se conoce como “Nueva Escultura Española”. El artista comienza su trayectoria en la década de los sesenta con un estilo pictórico que él mismo califica de expresionista. Hacia 1974 surge su primera Ciudad, un conjunto de elementos modulares, repetitivos y de formas geométricas, agrupados en composiciones que simulan el entramado urbano y generan paisajes que se distribuyen espacialmente a modo de instalación escultórica.

Estas Ciudades son una constante en años posteriores y se basan en el predominio de la percepción compleja del espacio, frente a la observación de las piezas aisladas. Como sucede en las ciudades, en las obras de Miquel Navarro no se debe eludir la periferia y los límites, porque son los que completan el conjunto. En cada una de las piezas de sus instalaciones genera una poética de las estructuras, para lo que utiliza diversos materiales. Los temas más frecuentes de sus esculturas van desde los guerreros, tótems, lunas, edificios y canalizaciones a insectos y fuentes. Algunos de los elementos que se integran en las ciudades se pueden llegar a considerar también como esculturas autónomas.

En 1980 el Museo Guggenheim de Nueva York le dedica una exposición. Desde principios de esta década, Miquel Navarro extiende su actividad al diseño de escenografías, como en los dos grandes montajes para las obras Vente a Sinapia y Absalón en el Teatro Español de Madrid. El Premio Nacional de Artes Plásticas, concedido en 1986, confirma al artista como uno de los máximos exponentes del Arte Contemporáneo Español.

Miquel Navarro crea la obra Minerva paranoica expresamente para el Palacio de Cristal. La escultura colosal reproduce de manera esquemática los atributos habituales con los que se representa a la diosa romana de la guerra y las artes y en cuyo honor se ofrecían en la antigüedad los despojos de las batallas.

La escultura se alza en el centro del Palacio de Cristal y agota las posibilidades verticales del espacio, con una enorme lanza adosada al cuerpo principal. A su alrededor, completan la instalación piezas semicilíndricas de diferentes tamaños pero igual forma, que se esparcen por el suelo de mármol del palacio. La intención del artista es contrarrestar el impacto visual del edificio y al tiempo, poner en diálogo las estructuras, de modo que se resalte el protagonismo de ambas, la obra artística y la obra arquitectónica.

El gigantesco tótem, situado como torre defensiva, se encuentra cargado de alusiones no solo en su vertiente mitológica, sino también en relación con el concepto de paranoia, que posee una función metafórica y cuyas posibles lecturas deja abiertas el artista.

Tras esta exposición en el Palacio de Cristal, Minerva Paranoica se traslada a Valencia para ser colocada en los exteriores del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), donde se inaugura en enero de 1990 la exposición retrospectiva de Miguel Navarro.

Datos de la exposición

Organización: 
Centro de Arte Reina Sofía
Itinerario: 

IVAM Centre Julio González, Valencia (18 enero - 18 marzo, 1990)