Pablo Gargallo. Dibujos

20 enero - 20 abril, 1998 /
Edificio Sabatini, Planta 3
Pablo Gargallo. Bailarina, 1927. Dibujo. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Pablo Gargallo. Bailarina, 1927. Dibujo. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Pablo Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881-Reus, Tarragona, 1934) es uno de los artistas españoles que más contribuye a la renovación de la escultura moderna. Gracias al dominio de la técnica de la soldadura, plantea soluciones basadas en la curva y lo arabesco. En sus obras las formas se insinúan mediante líneas perimetrales de modo que la materia y el concepto de volumen, progresivamente dejan paso al vacío.

Al igual que otros grandes artistas, Gargallo utiliza el dibujo como elemento de apoyo para sus esculturas –como ocurre en El profeta (1904) o Cabeza de Arlequín (1925)–, pero también como medio de expresión propio. El conjunto de sesenta y seis dibujos que compone esta exposición de los casi doscientos que se conservan del artista en la Colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía destaca, tanto por el número, como porque permite repasar toda su carrera, desarrollada principalmente en Barcelona y París.

La exposición se inicia cronológicamente con El niño del cordero (1896), dibujo perteneciente a su etapa de formación académica, y finaliza con Eco (1934), un estudio para una escultura, que realiza en sus últimos días de vida. Las dos obras ejemplifican los estilos en los que se mueve Gargallo, al alternar el lenguaje del clasicismo con tendencias más vanguardistas.

En los dibujos se reconocen referencias clásicas vinculadas con el espíritu del Noucentisme catalán, como en Toilette (1903) o Saliendo del baño (ca.1909), pero que también remiten a la entonces aún próxima visión sobre la intimidad femenina de los pintores franceses –de Edgar Degas a Henri de Toulouse-Lautrec–, tal y como señala María José Salazar, comisaria de la exposición.

Sus numerosos retratos, autorretratos y escenas anecdóticas dibujadas a comienzos de siglo como Muchacho del delantal de perfil (ca.1898), Autorretrato con pipa (1901) o Retrato de Alfredo Viñas (1901) comparten la estética modernista barcelonesa, generada en el ambiente artístico del local Els 4 Gats. Por otro lado, se pueden comparar las academias de la época de estudiante con sus acuarelas posteriores más elaboradas, en las que logra el volumen a través masas de color, lo que refleja su condición de escultor. También cabe señalar el giro hacia el academicismo por la vuelta al orden de los años veinte, como ilustran sus dibujos Desnudo en pie (1926), Arlequín con flauta (1929), Apunte para Academia IV (1933) o Estudio para Muchacho de la playa I (1933).

En la exposición se da prioridad al montaje temático sobre el cronológico, de manera que el recorrido por los retratos, desnudos, o escenas de toilettes, bailarinas, arlequines o caballos permite reconocer una constate en el trabajo de Gargallo, la importancia que concede a la figura humana como la generadora de las formas.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
María José Salazar
Itinerario: 

Museo Pablo Gargallo, Zaragoza (28 abril – 12 junio, 1998)