Raumbilder: cinco escultores alemanes en Madrid

8 abril - 22 junio, 1987 /
Edificio Sabatini
Vista de sala de la exposición. Raumbilder: cinco escultores alemanes en Madrid, 1987
Vista de sala de la exposición. Raumbilder: cinco escultores alemanes en Madrid, 1987

Los escultores alemanes Albert Hien (Múnich, Alemania, 1956), Thomas Schütte (Oldenburg, Alemania, 1954), Bogomir Ecker (Marburgo, Eslovenia, 1950), Wolfgang Luy (Tréveris, Alemania, 1949) y Reinhard Mucha (Düsseldorf, Alemania, 1950) comparten nacionalidad, disciplina y pertenecen a una misma generación, aunque sus obras sin embargo, no tienen demasiados puntos en común. Así pues, una cierta estética industrial derivada de los materiales elegidos y la manera de trabajarlos está presente en Hien, Ecker y Mucha; al mismo tiempo que Schütte y Luy comparten una espacialidad e intencionalidad relacionada con lo arquitectónico. Pero reunidos en grupo, no pueden más que hablar de la diversidad de la escultura alemana durante la década de los ochenta y las diferentes vías de investigación que estaban siendo consideradas.

Las esculturas de Albert Hien se caracterizan por una factura cercana al bricolaje. Denominadas por el artista como “instrumentos fracasados”, sus obras parecen ser prototipos de máquinas industriales cuya funcionalidad ha sido alterada para aparecer como objeto artístico. La ligereza estructural de sus piezas, realizadas en su mayoría con planchas de aluminio o cobre, queda escondida tras una apariencia pesada y gris, que el artista provoca para realizar una crítica sobre la evolución de la fabricación y producción en serie. Entre las obras expuestas en la muestra destaca Sin título (Serpentinata) de 1984, una curiosa fuente con ciertas reminiscencias al urinario de Duchamp.

Thomas Schütte, quizá el escultor alemán con más proyección de esta selección, presenta en esta muestra su concepción de la arquitectura como decorado. Sus intenciones lúdicas e irónicas aparecen a través del aspecto inicialmente desconcertante de sus obras en las que la serie de esculturas Mann im Matsch (1986) es la única referencia antropomórfica de la muestra.

En relación directa con los sentidos, la obra de Bogomir Ecker se despliega a través de códigos inventados por el artista, signos que no tienen referente real, sino que poseen la pretensión de lograr la estimulación sensorial. La campana, la oreja o la bocina le sirven para apelar al sentido del oído trazando un mapa de relaciones que guían al espectador por su misterioso universo de luces y sombras. Projektor (1986); U-Anlage (1986) o zwei, drei, vier-eins nach zwei (1986) son algunas de sus esculturas presentes en la exposición.

Escultura y naturaleza convergen en el trabajo de Wolfgang Luy, que recurre a la madera como material principal y a la horizontalidad como eje de expansión. Su preocupación por la arquitectura, el urbanismo e incluso, el interiorismo, queda explicitada en obras como O.T.o Der gebrochene Kreis, ambas de 1984. Incluye también en la exposición intervenciones sobre la pared como Wall piece (1984) que amplían de manera evidente los límites espaciales de la escultura.

El último de los artistas seleccionados, Reinhard Mucha, basa su trabajo en la trasferencia entre el espacio estético y el espacio habitable, sin proponer distinción aparente entre ellos. Aunque fuertemente dependientes del contexto, con el que Mucha trabaja directamente, sus esculturas poseen un gran peso y aparente autonomía. Las dinámicas habituales entre las que transcurren sus obras son los juegos de apariencia, lo que deja visible y lo que oculta, lo que aparece y desaparece. Su trabajo Hagenow Land (1986) es una de las piezas fundamentales de esta exposición.

Datos de la exposición

Organización: 
Centro Nacional de Exposiciones
Comisariado: 
Aurora García
Artistas:
Bogomir Ecker, Albert Hien, Wolfgang Luy, Reinhard Mucha, Thomas Schütte