El primer capítulo, titulado “Ultra limen”, abarca de 1910 a 1925. En él se exponen obras de Pablo Picasso, que muestran el paso del Cubismo analítico al Cubismo Sintético. Las dos líneas básicas que se presentan son el diálogo de la obra de Juan Gris con la de Picasso (1912-1918) y la ruptura que los surrealistas reconocen en la pintura La Masía (1921-1922) de Joan Miró. A ello se suman como precursores, los escultores Manuel Hugué y Pablo Gargallo.
A partir de la segunda mitad de los años veinte y hasta la Guerra Civil Española comienzan “Los años fértiles”. La fecha clave para los inicios de la vanguardia en España es 1925. En ese momento se forma la “Escuela de París”, Picasso y Miró trabajan con plena intensidad y los vanguardistas veteranos como Julio González, Joaquín Torres García y Pablo Gargallo se unen al grupo surrealista, formado por Salvador Dalí, Luis Buñuel y Oscar Domínguez. Junto a ellos, los artistas españoles Francisco Bores, Pancho Cossío, Luis Fernández y Manuel Díaz Caneja −al margen de formaciones organizadas−, cierran este capítulo de la exposición.
En la primavera de 1937 Picasso pinta Guernica, por encargo del Gobierno de la Segunda República para el Pabellón Español en la Exposición Internacional de París. Así comienza la sección La sombra de la guerra, que abarca hasta 1947, periodo que divide en dos la Historia del Arte Español del siglo XX. Una serie de dibujos del ciclo del Guernica de Picasso y las obras de Julio González, Luis Fernández, Oscar Domínguez y Dalí se exponen como muestra del impacto de los sucesos históricos en los artistas españoles.
Una vez finalizada la guerra, emerge un nuevo escenario artístico. La serie Constelaciones y la serie Barcelona de Joan Miró destacan en el capítulo “Senderos”, que abarca desde 1942 hasta 1964. Algunas corrientes como la Abstracción geométrica y el Surrealismo sobreviven o se reconfiguran. Al tiempo surgen movimientos como la Escuela de Altamira, en la que destaca Ángel Ferrant, Dau al Set, con Antoni Tàpies al frente o el emblemático grupo El Paso, con Antonio Saura, Manuel Millares, Rafael Canogar y Martin Chirino.
La exposición se cierra con el capítulo “El desprecio de la regla”, que hace referencia al espíritu rebelde de los años sesenta que rechaza las clasificaciones. Eduardo Arroyo, Equipo Crónica y Pablo Palazuelo se muestran junto a la evolución artística de Picasso, Chillida, Tàpies o Saura, que desafían la uniformidad del nuevo gusto internacional.
Un total de doscientas catorce obras componen la exposición: ciento treinta pinturas, cuarenta y cuatro esculturas y cuarenta piezas de obra gráfica. De todas ellas, cincuenta y dos pertenecen a Pablo Picasso, el artista que actúa como hilo conductor a través de los diferentes capítulos de la muestra.