Valcárcel Medina

En Otoño 2009 otorga al público un claro protagonismo. Para ello se sirve de diversos canales que se alejan de los cauces habituales y con los que se vuelca en una estrecha interrelación con un público al que consigue provocar, interesar e inquietar. En esta obra abierta e inabordable crea varias obras de carácter efímero, como la alfombra que funciona como punto de encuentro de sus acciones, los caramelos, puestos a disposición del público en los mostradores, el “taparrabos” o las audioguías con sus peculiares puntos de vista sobre algunas piezas de la Colección. Otras creaciones en cambio adquieren una vocación de permanencia, como el libro de artista, que recoge los planos de todas las salas de la Colección, con las diferentes medidas espaciales de cada una de las piezas, o bien los marcapáginas, que los usuarios de la biblioteca del Museo se encuentran colocados en numerosos libros seleccionados aleatoriamente.

Pero este dinámico proyecto incluye además diferentes 'circunstancias', acciones que el artista lleva a cabo a lo largo de tres meses y que abarcan desde una muestra conmemorativa de una exposición histórica que sólo dura tres días Proyecto para una retrospectiva III Centenario de la exposición en la Annunziata de Florencia, hasta diversas acciones en días y horas señaladas como 'Los cuatro edificios' y 'Las escaleras' con un itinerario junto al artista que comprende la visita al Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, en el Retiro para regresar luego al Edificio Sabatini. Junto a ellos propone una especial Visita a las carboneras, una zona de difícil acceso para el público habitual, o una  visita a la exposición Hecho en casa sobre los trabajos artísticos de los empleados del Museo.