Esta exposición retrospectiva dedicada al artista Ben Shahn repasa su trayectoria a través de la presentación temática de obras en distintos soportes y abundante documentación de archivo. Este conjunto de materiales muestra el compromiso progresista y humanista del artista y revela la complejidad, a menudo no suficientemente apreciada, de su visión estética. En tiempos marcados por la influencia del expresionismo abstracto, Shahn defendió lo figurativo argumentando, a contracorriente de la doctrina formalista, que "la forma es la propia forma del contenido" y que su obra obedecía a un “realismo personal” aplicado a la observación de la gente y de su entorno cotidiano.