La modernidad está relacionada con la evolución y la consolidación de la ciudad, que se va convirtiendo en el topos de su pensamiento. París, Madrid y Barcelona no son solo los centros de producción del arte, sino sus escenarios. Con la entrada del siglo, las ciudades crecen y se modernizan a través del urbanismo y la arquitectura, generando importantes cambios sociales y culturales. Así, el arte más reciente deja atrás los espacios oficiales y busca diferentes formas de difusión y comunicación, como las galerías, las pequeñas exposiciones, las publicaciones y revistas, nuevos ámbitos de encuentro y discusión que caracterizan a la modernidad. Ya en los años treinta, como resultado de los acontecimientos sociales y políticos que se suceden en la década, muchos artistas toman una postura pública y convierten no solo el arte, sino sus emplazamientos, en lugares de transformación. La ciudad, más que nunca, se transmuta en marco para su presentación.
26 noviembre, 2021