Zóbel

Tras sus años de formación en Manila, Zóbel descubrió la abstracción a mediados de los cincuenta, durante su estancia como estudiante en Harvard. Rothko fue uno de sus primeros faros. Durante la segunda mitad de aquella década, practicó una abstracción sígnica, gestual. Posteriormente, desde ese lenguaje retornó hacia lo real, siendo muy característicos de su trabajo sus paisajes abstractos de Castilla -muy especialmente, de Cuenca- o Andalucía, o sus recreaciones de ciertas obras admiradas. En el catálogo, se documenta la acción de Zobel en pro del arte de su tiempo, y muy especialmente su papel como fundador del Museo de Arte Abstracto Españo de Cuenca, que abrió sus puertas en 1966.