Hacer espacio o de cómo deambular desde la desorientación
Visita para personas adultas a obras de la Colección
Punto de encuentro: Edificio Sabatini, Planta 1, mostrador de Educación
Con el objetivo de garantizar la higiene y la seguridad de todas las personas, los lazos de inducción magnética (para personas con audífonos) deberán solicitarse al menos con tres días hábiles de antelación a la actividad en accesibilidad@museoreinasofia.es
![Trisha Brown, Roof Piece [Pieza en la azotea], 1971 Trisha Brown, Roof Piece [Pieza en la azotea], 1971](https://static2.museoreinasofia.es/sites/default/files/styles/ficha_actividad_exposicion/public/visita-guiada/trisha_brown.png?itok=-nwIT_Iw)
El espacio no es algo neutro, está cargado de dinámicas de poder patriarcales que se pueden desencriptar a través de los feminismos. Hacer espacio es, como plantea la coda del título, una invitación a deambular por el Museo prestando atención a las relaciones que establecemos con los espacios que tocamos o evitamos, rechazamos o nos rechazan, invadimos, transformamos, llenamos, borramos, reconquistamos, topografiamos, ocupamos.
Para indagar en la desorientación y el extrañamiento que esta suscita, rescatamos dos figuras: la flâneuse y la exiliada, ambas sintomáticas de unas poéticas que se mueven en torno a la pregunta —lo suficientemente ambigua— de qué significa hacer espacio. La flâneuse, que irrumpe donde no se la espera, pugna por el espacio de la calle y crea otros modos de vagar. La exiliada, por su parte, se ve obligada a salir de su espacio y a reconfigurar un nuevo lugar en el que orientarse.
La cuestión del espacio irrumpe en el panorama artístico tras la Segunda Guerra Mundial con el auge de la performance y sus hibridaciones con la danza, la instalación y los replanteamientos en torno al soporte y materialidad de las obras. Pero no solo afecta a los modos de hacer, sino también a quienes se sitúan dentro del sistema arte (¿quiénes ocupan ese espacio?) y a quienes están descentradas.
En este deambular conjunto por la Colección, diseñado por Ana Pol y María Rosón, se invita a participar en una práctica relacional con las mediadoras y el resto del grupo, intentando desmontar la idea de la persona “que explica cosas” para formar una pluralidad de voces que cuidará de la palabra y de la escucha desde las propuestas feministas.
La visita se realizará tomando las medidas sanitarias correspondientes, por lo que será obligatorio en todo momento el uso de mascarillas, así como el mantenimiento de la distancia interpersonal de 1,5 metros. Uso de radioguías no disponible.